No se si os habéis planteado este ejercicio. Yo si lo he hecho, entre otras cosas porqué ya mi esposa es dependiente en estos momentos, y hacerlo fué clave para tomar mi decisión de vivir en cohousing. Estos días, con el proyecto casi terminado, con la financiación encarrilada, a falta de completar la comunidad, me preguntaba porqué personas objetivamente necesitadas de una solución como ésta se resisten a adoptarla; por más vueltas que le he dado no he llegado a comprenderlos, y he llegado a algunas conclusiones provisionales, o bien sí ven la necesidad pero no confian en este proyecto, o en sus impulsores, o bien la ven como algo futuro, «para cuando sean viejitos», o incluso no la ven, y es por este último caso que he pensado que sería bueno hacer «números».
He hecho una tabla con cuatro supuestos de pensiones. Lo he hecho individual, y ya sirve de ejemplo. Se puede hacer como parejas, y el resultado será parecido. He puesto los gastos, frente a cuatro niveles de ingresos, y luego vemos que ocurre cuando aparece la dependencia, o sea la necesidad de contratar a alguien que nos ayude para seguir viviendo en nuestra casa.
Como vemos, solo con una pensión de 2000 euros podríamos afrontar con garantías esta situación.
Claro está, una persona dependiente necesita a alguien con ella, SIEMPRE, pero no todo el tiempo; por la experiencia de 10 años cuidando de mi mujer, puedo decir que mi trabajo adicional, al ser ella dependiente, sería de unas dos o tres horas al día sumando las ayudas que necesita (levantarse, bañarse, vestirse, desyunar, almorzar, ir al baño tres o cuatro veces al día, hacer sus ejercicios, acostarse), y mi experiencia con mi madre, que ha querido quedarse en su casa y no ir a una residencia, es que se necesitan dos personas pues hay que tener en cuenta que el cuidador debe tene descanso, fiesta, vacaciones. Queda claro que el coste puede subir (de hecho sube, a unos 1500 euros mensuales)
En nuestro cohousing, al compartir cuidados, conforme vayamos envejeciendo y necesitando ayudas podremos compartirlas entre varios, con el consiguiente ahorro. Si calculamos que una persona podría cuidar a cuatro o cinco, según las necesidades de cada uno, ya con una pensión de 1300 podrías disponer de 320 euros al mes para pagar esa ayuda. Si además conseguimos que nos permitan gestionar las ayudas a la dependencia que puedan tocarnos en ese caso, la viabilidad de nuestro cohousing como residencia asistida, en nuestra propia casa está muy clara.