HAS PENSADO DONDE Y COMO VIVIRÁS DENTRO DE DIEZ AÑOS? NO TE SIENTES CON LAS MISMAS FUERZAS QUE ANTES?


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De las instituciones a la comunidad. Una vida plena para personas con discapacidad también es posible. Una mirada desde el Proyecto Brisas Canarias.

¿Cómo te sentirías si no pudieras decidir cuándo comer, dónde comprar los alimentos, a qué hora salir de casa? Tomamos decisiones tan básicas todo el tiempo y damos por sentado que todo el mundo puede hacerlo, pero las personas con discapacidad que viven en instituciones no comparten esta libertad.
La Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad compromete tanto a la UE como a todos sus Estados miembros a hacer realidad el derecho de las personas con discapacidad a vivir de forma independiente en la comunidad, lo que incluye lograr desinstitucionalización para quienes residen en entornos institucionales. Sin embargo, la investigación de FRA subraya que queda mucho por hacer para que esto sea una realidad en la práctica.
He tomado estas líneas del prólogo del estudio de Michael O'Flaherty Director de la FRA (European Union Agency for Fundamentals Rights) titulado From institutions to community living for persons with disabilities: perspectives from the ground.
Es una lectura recomendable para aquellos que deben trabajar para el progreso de esta sociedad, y que deben, sobre todo, proteger a las personas de los abusos, de la precariedad, de la esclavitud disfrazada de trabajo sin perspectivas, de la desilusión y el desapego a esta sociedad.
Como bien dice Michael, falta mucho por hacer; es complicado pasar de las ideas, de las palabras, a los hechos; son muchas las inercias, los engranajes que funcionan por rutina, y a veces, demasiado dependientes de nuestro humor, de si creemos que estamos en lo público para ayudar, o para evitar el fraude; todos hemos estado en el lado “cliente” de la mesa, y todos hemos vivido lo que expongo; a veces, las actitudes, a veces las leyes obsoletas y políticos temerosos y faltos de iniciativa, todo ese conjunto es la inercia, quizás el mayor lastre para conseguir mejorar nuestra sociedad.
Bien; el movimiento se demuestra andando. Quiero pensar que este 2022 nos va a poner en marcha, otra vez, en la búsqueda de pasar a hechos nuestros buenos deseos de año nuevo.
A mí me gustaría que uno o dos de los apartamentos de nuestro cohousing fuesen para desinstitucionalizar la vida de algunas de estas personas; con los apoyos necesarios, claro está, para eso pagamos impuestos que deben servir para el bien común, para proteger a los más débiles y sobre todo para no excluirles. Creedme, dejarlos a un lado, cuidados eso si, pero a un lado “para su mejor protección”, sin permitir que ellos opinen de como quieren vivir, suena a “para que no molesten” y eso es EXCLUSIÓN.
Me gustaría que nosotros, Brisas Canarias, pudiésemos aportar nuestro pedacito de trabajo y voluntad para que esta sociedad mejore. Construyamos esa gran familia. FELIZ 2022
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