Cohousing tiene mucho a su favor...
Sin embargo, desde el exterior podría parecer que tiene una deficiencia: se trata de la diversidad neurológica. En su mayor parte, la covivienda parece estar repleta de personas ultra-responsables de la sociedad, personas que quieren obtener el máximo valor de la vida. A veces me siento culpable porque siento que, con algunas excepciones, tomamos la responsabilidad, la gente más genial del lugar y los ponemos en un vecindario. Las personas que saben o quieren aprender a cooperar, compartir, dar, tomar, crecer y vivir más ligeros en la tierra, siendo más felices. Siento que hicimos un centro de gente genial.
Entonces, cuando aparece alguien que fue molestado o rechazado durante su juventud debido a un problema técnico, no el más equilibrado, por una razón u otra, a veces puede sentirse invisible, con prejuicios y, en ocasiones, expresar un comportamiento inadecuado.
Pero lo que más me alienta de la covivienda, y específicamente de Solheimar Ecovillage, son sus intentos deliberados de abordar la diversidad neurológica, la discapacidad física, el clasismo, el racismo, la sostenibilidad y más.
El nivel del vecindario es solo un lugar para abordar estos problemas, pero funciona bien, especialmente para influir en los niños sobre la tolerancia, la empatía y el desarrollo de conexiones sociales saludables con los demás.
Algo que simplemente pasa en las viviendas colaborativas ....
Las personas tienen una oportunidad tras otra de aprender algo o, más probablemente, un montón de cosas que habrían aprendido antes si tuvieran padres extraordinarios o crecieran en un pueblo solidario. Se vuelven un poco más felices y prosperan.
Una y otra vez, las personas que tuvieron vidas difíciles debido a su neurodivergencia y miran sus zapatos cuando se mudan por primera vez, luego, solo unos meses después, lo miran a los ojos, sonríen, conversan, cuentan historias, preparan la cena para todos.
El proyecto anterior, Soleheimar Ecovillage, que actualmente tiene una población aproximada de 100 personas, muchas de las cuales lidian con dificultades de aprendizaje, está ahora alimentado con energía térmica y solar, el pueblo es totalmente sostenible y cuenta con invernaderos, un arboreto, instalaciones para la puesta de huevos y programas forestales.
Esto es para juntar las piezas, y esto es para hacer una sociedad más viable.