Avanzamos en el auto-cuidado de nuestra salud.
Es habitual oir noticias sobre la contaminación del aire. El reciente uso de mascarillas como protección frente a la propagación del Covid nos ha puesto sobre la mesa la evidencia de que hay muchas partículas, entre ellas los mismos virus, que se propagan flotando en el aire. Quien No ha oido hablar de esa neblina (smog) que llena la atmósfera de las ciudades más contaminadas?
Particularmente, en la isla de La Palma, el fenómeno llamado “calima” cada vez más frecuente, crea una niebla que dificulta la visión pero que en realidad son partículas de arena del desierto que las corrientes de aire impulsan desde África.
Es importante que sepamos que todas estas partículas, todas, son nocivas para nuestra salud. Para poder establecer un cierto orden y que todos hablemos de lo mismo, la comunidad internacional ha adoptado unos tamaños estándar de partículas, PM10, PM2.5, y PM1 en función del diámetro de las partículas de 10, 2,5 y 1 micra.
Las PM10 son nocivas para los bronquios, pero las PM2,5 son extremadamente perjudiciales para los mismos ya que pasan los filtros de nariz y garganta con suma facilidad, y si hablamos de las PM1 pueden acabar directamente, a través de los bronquios en la sangre y en nuestro sistemas cardio--vascular e inmunológico.
No olvidemos la contaminación por gases, por ejemplo el ozono que daña las vias respiratorias, el dióxido de azufre también dañino para los pulmones y en ciertas concentraciones mortal, el dióxido de nitrógeno, el gas radón, o incluso el polen, provocan tos, alergias, inflamaciones pulmonares y agravan problemas como el asma o las insuficiencias crónicas.
Pareciera que estar en la isla de La Palma, lejos de las grandes ciudades y zonas industriales debiera dejarnos tranquilos, pero no es así, y el incremento constante de episodios de calima, los gases provocados por la vulcanidad de la isla, y los constantes cambios y empeoramiento climático en general, han hecho que en el Proyecto Brisas Canarias queramos adoptar medidas de prevención; a este efecto se hace indispensable mantener el estándar de construcción passivhaus, y el uso de filtros en el sistema de ventilación homologados para partículas hasta PM1, como medidas eficientes de protección.